BODEGAS LECEA
Bodegas Lecea es una bodega tradicional ubicada en el corazón del Barrio de Las Bodegas de San Asensio, población de La Rioja Alta que se ha dedicado exclusivamente y desde tiempos inmemorables al cultivo de la vid y a la elaboración de vinos de calidad. Este barrio cuenta con más de 300 bodegas y calados subterráneos, destinados a la conservación de vino. Pero es únicamente Bodegas Lecea la que hoy en día sigue en este lugar, elaborando sus vinos de la manera tradicional y conservándolo en sus calados excavados en el S.XVI.
De esta manera, se realiza su seña de identidad, el vino “Corazón de Lago”. Un vino de autor elaborado con la antigua técnica de maceración carbónica. Un proceso casi olvidado en el tiempo y que está volviendo a resurgir con fuerza entre los amantes de los vinos con carácter y personalidad.
“Corazón de Lago” es un vino con sabor a pasado, el vino que se elaboraba antes de la mecanización de la bodega y la llegada del despalillado. El proceso se realiza en los lagares de piedra, mediante la fermentación de racimos enteros, procedentes de viejos viñedos vendimiados a mano. Estas uvas son descargadas sin romper en el lago de piedra y tras un proceso de fermentación de 15 días, se realiza el pisado de la uva tradicional, finalizando con el prensado en el trujal de mano.
Todo este proceso se lleva a cabo durante un fin de semana de puertas abiertas al público, donde cada año los visitantes participan con nosotros en la antigua elaboración del vino de Rioja.
A su vez, durante todo el año la bodega realiza visitas guiadas por los calados centenarios explicando a los visitantes este curioso proceso de elaboración.
En Bodegas Lecea, el visitante podrá recorrer sus más de 200 metros de antiguos calados recorriendo la evolución que el proceso de elaboración del vino ha sufrido a lo largo de los años. A su vez, podrán probar sus vinos a los pies de la cuba, descubrir la sensación de dar un salto en el tiempo al pasear entre lagares de piedra, el antiguo trujal, cubas de madera con más de 300 años o un odre, donde el vino era transportado directamente a las cantinas.
En resumen, una bodega con un importante atractivo que la hace única, poder revivir y sentir el pasado y el antiguo hacer de nuestros abuelos en una época que parece ya olvidada, pero que aquí, en un pequeño rincón de la Rioja Alta permanece tan viva como siempre.
Una bodega que emociona.